Un pensamiento genera unos circuitos neuronales, origina una reacción bioquímica, que a su vez activa unas señales químicas que corresponden a una emoción en el cerebro y en el cuerpo. Considera la emoción como una reacción química de experiencias pasadas. Con el paso del tiempo esa emoción se convierte en estado de ánimo, y si perdura, incluso un rasgo de personalidad. La persona ha memorizado tan bien esa emoción que el cuerpo conoce el resentimiento mejor que la mente consciente. Y llega a ocurrir lo que dice Joe Dispenza: "El cuerpo se convierte en mente" El cuerpo nos lleva a pensar como siempre, y sigue viviendo en el pasado. para eso hay que empezar a sentir y pensar de una nueva forma, hasta tal punto que se genere un nuevo estado del ser. Por este motivo la inspiración de esta meditación, para liberar y soltar la emoción estancada como reac...
Es momento de brillar, descubre tu esencia creativa con Cecilia García Marco