No vale la pena ser empresario
para ser rico.
Cuando el dinero se convierte exclusivamente en fin
y no en medio, es fácil que una empresa,
antes o después, haga aguas
y se venga abajo.
Y ¿por qué? porque ninguna biografía,
ni en lo personal, ni en lo profesional,
ni en lo empresarial, es una línea recta.
En todo negocio acaban apareciendo dificultades, problemas,
adversidades, inconvenientes y crisis.
En esos momentos, cuando todo
tiembla alrededor, aparecen muchas dudas,
y si uno no tiene unas convicciones
fuertes y profundas,
algo por lo que merezca la pena luchar,
un sentido que le mantenga a flote,
es fácil desistir.
A la hora de emprender un negocio es importante
que exista una sintonía
entre lo que uno siente y lo que uno hace,
es decir, que uno desarrolle algo
con lo que se sienta plenamente identificado.
La sencillez es el recurso
de los inteligentes.
La sencillez es el patrimonio de los sabios,
el recurso de los que saben elevarse y apreciar lo esencial de la vida
más allá de la hojarasca.
A menudo, el problema es que lo cercano,
por cotidiano, no se valora lo suficiente.
Y eso, nos hace perdernos
muchos buenos momentos.
Amancio Ortega, a pesar de ser
la primera fortuna española, lo tiene claro:
"Yo disfruto con las cosas más pequeñas.
Soy feliz con los mil incidentes
de cada jornada.
Voy al gimnasio cada mañana,
me gusta charlar, escuchar a la gente,
conocer nuevas personas,
pasear y, por supuesto, trabajar,
que es con lo que más disfruto".
Para ser feliz no hay que ser extravagante.
Todos nacemos para algo.
Tú también eres importante,
aunque en ocasiones
no te valores lo suficiente.
La vida siempre espera
algo de nosotros,
nuestra contribución particular
para hacer de este mundo un lugar mejor.
Y la labor de cada persona
es descubrir en qué consiste.
No se trata siempre de grandes gestas,
muchas veces son sencillos
actos cotidianos que aportan
un gran valor a nuestro entorno
más cercano y que generan
una cadena de consecuencias
que no somos capaces
de apreciar en toda su magnitud.
Amancio Ortega explica:
"Tengo el convencimiento absoluto
de que todos venimos al mundo
a cumplir una misión.
Aquí ninguno estamos por casualidad.
Cuando miro hacia atrás
y veo todo lo que ha pasado
en estos años, es como un sueño imposible.
Hay una razón de ser importante
en todo lo que ha ocurrido".
Frases de Amancio Ortega (empresario y fundador de
Zara e Inditex, principal grupo textil del mundo)
comentadas por Francisco Alcaide Hernández,
en su libro "Aprendiendo de los mejores"
Editorial Alienta, p. 27-30
Saludos corazones creativos, Cecilia