"No nos damos cuenta
de que nosotros mismos
creamos constantemente nuestra realidad,
de que nuestro pequeño universo
es el fiel reflejo de nuestro estado mental,
y que todo lo que nos rodea
es una proyección mental.
No podemos tener conciencia de algo,
si nos negamos a aceptar
que ello es posible.
Vivimos en la realidad
en la que creemos,
y por tanto, la fabricamos.
La mente crea continuamente.
No para, siempre está ocupada
con nimiedades, en pequeñas cosas
para mantenerse ocupada y,
de esta manera, distraernos.
No sea que nos demos cuenta
de que siempre
estamos pensando en lo mismo,
dándole vueltas a cualquier asunto,
creyendo que solamente nosotros
podemos encontrar la solución.
Así es como vive una mente
que cree estar separada;
ahí reside la fuente de nuestros problemas.
La historia se repite porque
damos las mismas soluciones
a los mismos problemas en un círculo sin fin.
Todo problema es la expresión
de una mente dividida y separada,
es la manifestación de que algo externo
puede causarnos daño y sufrimiento.
Mientras sigamos pensando que
esta confusión es posible,
se presentarán en nuestra vida
para vivir esa creencia.
Entreguemos esta percepción
al Espíritu Santo,
y dejemos que Él nos recuerde
quién es nuestra Fuente,
a la que siempre estamos unidos.
La abundancia se manifestará
en nuestras vidas
en la medida en que sintamos
que lo tenemos todo,
porque formamos parte del Todo".
Enric Corbera.
Este no es el evangelio que quise ofrecerte,
p. 48-50.
Saludos corazones creativos, Cecilia