"Nuestras creencias tienen el poder de cambiar
el flujo de los
eventos del universo,
literalmente de interrumpir y redirigir el tiempo,
la
materia,
el espacio y lo que sucede dentro de ellos…
La creencia es el programa
que crea pautas
en la realidad…
la creencia se expresa en el corazón,
donde
nuestras experiencias
se traducen en ondas eléctricas y magnéticas
que
interactúan con el mundo físico…
Las creencias y los sentimientos que tenemos
con respecto a ellas,
son el lenguaje que habla a la sustancia cuántica
que
conforma nuestra realidad…
Cuando afrontamos los grandes retos de nuestra vida,
descubrimos que nuestras creencias quedan expuestas
y pueden ser
sanadas…
nuestras creencias con respecto
a las heridas emocionales
no resueltas
pueden producir efectos físicos,
que pueden hacernos daño e incluso pueden
matarnos…
los mismos principios que nos permiten
herirnos a nosotros mismos
hasta morir
también funcionan a la inversa,
permitiendo nuestra curación y
vuelta a la vida…
Podemos descubrir que la solución de la antigua batalla
entre
la luz y la oscuridad no tiene tanto que ver
con que se derroten una a la otra,
como con el modo en que nos relacionamos con ambas…
En una realidad
participativa,
estamos creando nuestra propia experiencia,
además de
experimentar lo que creamos…
en 1998, los científicos confirmaron que influimos
en los fotones por el simple hecho de observarlos,
y descubrieron que cuanto más
intensa
es la observación,
mayor es la influencia del observador en su
conducta…
La primera regla de la realidad es que
debemos convertirnos (en
nuestra vida) en aquello
que elegimos experimentar en el mundo…
lo importante
del milagro es que no tenemos
que entender por qué funciona.
Pero debemos estar
dispuestos a aceptar
lo que trae a nuestras vidas"
Gregg Braden,
La curación espontánea de las creencias, p.235 y ss
Saludos corazones creativos, Cecilia